Esfera multi-modular

Si, ya lo se, no muy lograda. Éste fue mi primer intento de construir una esfera multi-modular con treinta tetraedros, cada uno de ellos formado por tres unidades "sonobe". La creación de cada una de estas unidades es bastante sencilla, y precisa una única hoja de papel cuadrado. Cuando tienes suficientes, las combinas para formar los tetraedros con solapitas, y luego viene lo chungo: enlazar los tetraedros con cuidado, de modo que al final obtienes el sólido deseado. Como se puede apreciar en las fotos, no tuve la suficiente paciencia para coordinar los enlaces armoniosamente, y así quedó el engendro. También habría ayudado el haber usado el mismo tipo de papel en cada una de las unidades.
En cambio, este dodecaedro, construido a partir de tres piezas cuadradas de papel (folios en sucio de wavelets, en efecto), ha quedado bastante mejor.

Y más ropa de abrigo

Guantes, gorros, bufandas, bragas militares… Rebuscando entre los armarios y los cajones, he dado también con una de las joyas de mi ropero: la camiseta-tablero que me regaló Malatesta hace unos años ya. Cosido sobre el pecho, un damero de velcro sobre el que puedes poner las piezas—también en velcro, decoradas con tinta—y jugarte una partida cuando estás en el bar. Para hacer la gracia—y de paso dar la bienvenida a los del Batán—, he incluido bajo el corte un pequeño reportaje fotográfico ilustrando una rápida y mostrando mis modelitos. ¡Qué lo disfrutéis! (ya sabéis, pinchad en cada una de las fotos para verlas en grande)

En las manos, unos guantes viejos que tenía en Madrid para los días fríos. Más o menos elegantes, a juego con el tipo de ropa y abrigos que llevaba en España, pero por desgracia no son muy útiles en estos lares cuando empieza a bajar el termómetro y se dejan notar los vientos del Polo. Mi vieja compañera la braga militar verde caqui, que usé por primera vez en Oviedo por el abierto aquel al que fuimos Malatesta, Gonzalo y yo… el mismo año que se estrenó la peli aquella de "En busca de Bobby Fisher". En la cabeza, y para parecer un peón (o un capullo, según se mire), el "casco" de uno de los ocho trajes antárticos que me suele regalar mi madre, a razón de uno o dos por ocasión, cada año por vacaciones. Además de ese color tierra, tengo otro en un precioso naranja butano. No preguntéis, ¿vale? A mi madre le hace mucha ilusión regalarme este tipo de cosas, además de las toneladas de calcetines verde caqui que visteis en la entrada anterior.

1. e4. Los guantes de montar en bici o esquiar. Demasiado deportivos, tienden a empaparse pronto y no dejar que las manos transpiren. Muy incómodos.

1. …, e5. El sombrero para el sol de Vvgrant, comprado en California para la ocasión de nuestro viaje por los cañones y desiertos. Por supuesto, completamente inútil en invierno.

2. Cf3. La primera bufanda que me hizo Vvgrant de ganchillo, en algodón, por Navidades hace unos años en España . Al venir aquí y pasar el primer invierno nos dimos cuenta que, a pesar de ser bastante compacta y larga, quizá no era lo suficientemente abrigada…

2. …, d6. Los guantes de salir a correr. Notad cómo refleja la luz del flash. Están hechos de un material impresionante, que no pesa, no deja pasar el agua, pero al mismo tiempo transpira para que no se me cuezan las manos mientras corro. Además, tienen unos compartimentos muy cómodos para llevar algo pequeño y plano, como la llave de casa, o un carné de identificación.

3. Cc3. La gorra de lana de todos los días. Liviana pero muy calentita, y no aprieta nada. Vvgrant me ha tejido una parecida que me queda bastante mejor. Hay fotos en su blog, por si estáis interesados.

3. …, Ag4. La braga militar negra.

4. Ac4. Los guantes de esquiar: gorditos, impermeables… Los mejores para quitar la nieve del coche cada mañana.

4. …, Cc6. La gorra chulapa, también conocida como modelo "Paquirri". Viene ferpecta para los días de lluvia, y además me parezco a mi padre con ella puesta.

5. h3. La bufanda que me regaló Cuca. Elegante a la par que sencilla, pero en cuanto baja de cero grados tan sólo se puede usar como pañuelo, pues es muy fina.

5. …, Ah5. Los guantes de lana de conducir, con la palma tachonada de goma. Cuando hace frío de verdad no sirven los pobres para nada, ni para fardar.

6. Cxe5!? Las blancas aparentemente se dejan la dama atrás… o no. El gorro de esquiar: Cuando te lo quitas, se te queda el pelo con forma de pepino; muy gracioso.

6. …, Axd1?? Muy mala jugada; las negras han caído en la celada. En el cuello, el bufandón que me tejió Vvgrant tras el fracaso de las anteriores. Ésta si que cumple su cometido.

7. Axf7+. ¡Jaque! Los guantes del conjunto antártico.

7. …, Re7. La boina de lana de Vvgrant.

8. Cd5++. Las blancas dan mate. Ya sólo me queda el sombrero "joker", que viene que ni pintado para fiestas, visitas al estadio, o entretener a los críos de los compañeros cuando pasan por casa.

Calcetines

Aunque todavía queda un par de meses largos para que me vaya a Minneapolis a pasar el invierno, he empezado ya a preparar lo básico e ir metiéndolo en maletas, para que las últimas semanas antes de mi traslado sean lo más tranquilas posible.

Lo primero que ha caido ha sido la ropa de cama (fundas de almohadas, cubiertas de colchón y sábanas), las toallas grandes, los —ejem— gallumbos largos, y los calcetines gordos.

Quizá os choque esto último, pero lo cierto es que en el norte de este país hace MUCHO frío. Se ha dado, por ejemplo en Indiana—donde he estado residiendo los últimos años—, épocas desde Febrero hasta entrado Marzo en las que la nieve era constante, alcanzando alturas cercanas a mi rodilla, y las temperaturas no subían de los diez grados bajo cero (en los días buenos). Es por esa razón por la que uno ha de tener un arsenal de ropa interior gruesa para salir de casa.


Minneapolis está en Minnesota, aún más al norte si cabe, con lo cual no quiero in imaginarme lo duro que tiene que ser el invierno en aquella zona. Lo cierto es que estoy un poco acojonado.

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