Mozart lo tendría claro hoy en día
Como no podía ser menos, las grandes empresas que se dedican a sacar pasta de lo audiovisual y el software están aprovechando el desbarajuste político de nuestro parlamento europeo para hacer pasar ciertas leyes que benefician claramente sus intereses y vendrán a destruir los esfuerzos de todos aquellos con talento para la programación, ideas brillantes pero sin apoyo económico. Piensa que bajo el amparo de estas nuevas propuestas de ley, programas tan útiles como Xine o VLC no estarían a nuestra disposición, y tendríamos que pagar a cada uno de los imperios de software por usar sus herramientas de visualización. ¿No tan grave?—piensas. Todo lo contrario: Cada uno de estas potencias tiene tanto un formato audiovisual propio, como un equipo de empresas de hardware afines, de modo que para la simple grabación de un vídeo casero y posterior visualización, uno ha de comprarse la combinación exacta de equipo. La idea es brillante: los equipos electrónicos se comunican con nuestros ordenadores por medio de "drivers"—trozos de código bien encriptado y propiamente compilado que tan sólo ciertos sistemas operativos son capaces de interpretar. Sin esos drivers, los equipos son inservibles.
Entre 1769 y 1773, un jovencísimo Mozart disfrutó de un extenso viaje por Italia. Cuenta el rumor que, mientras visitaba Roma, tuvo la oportunidad de asistir a una representación del Misere d'Allegri. Al terminar ésta, pidió como favor una copia de la partitura de tan bella e inspiradora pieza. Su petición fue fuertemente denegada por absolutamente toda la comunidad musical romana, pero el bueno de Mozart no se dió por vencido, y escribió de memoria la obra entera. Más tarde, usando ideas que consiguió tanto de esa representación como de las otras tantas a las que asistió en estos cuatro años, cambiando y mejorando, escribió música que aún hoy en día es conocida en todo el Mundo (¡y quizá en otros planetas también!).
Así que ese es el panorama que nos espera en Europa si estas propuestas de ley son aprobadas: nos convertiremos en soldaditos de plomo para la guerra de las superpotencias informáticas, que se llevarán nuestro dinero a espuertas, mientras contemplamos impotentes cómo tenemos que cambiar a menudo y pagar cada vez por nuestras grabadoras de vídeo, cámaras de fotos, navegadores de internet, programas de visualización de imagen y sonido, hojas de cálculo, editores de texto, juegos, etc.
Lo que más me molesta personalmente de esta situación es la estudiada pasividad de la mayoría de nuestros políticos (si, también son míos, que para eso les he votado).
Zifra, en su Cambalache, ha dejado suficiente información para que conozcas cual es la situación y qué puedes hacer para protestar. Por lo pronto, se está convocando una movilización en centros universitarios españoles para el próximo día 27. La pancarta que encabeza estas líneas la puedes obtener aquí, y es un buen método de llamar la atención a tus lectores e informarles de la situación. Pero pancartas electrónicas y diatribas en el blog de uno no llegan tan lejos como una protesta organizada, cívica y suficientemente documentada por la prensa. No estoy pidiendo que salgas a la calle a gritar, sino que contactes a tus representantes en el parlamento europeo, les pidas su opinión y, en caso que ésta no sea de tu agrado, les comuniques tus puntos de vista al respecto.