Este servicio de almacenamiento de fotos es mucho más que un simple cajón de zapatos para tus imágenes. Al igual que gmail, del.icio.us y otros servicios con similar filosofía, a cada uno de los elementos que posees (en este caso imágenes, en los casos anteriores o bien correos electrónicos, o bien tus enlaces favoritos) se le puede añadir una serie de "cartelitos" que indica las categorías a las que pertenece dicho elemento. Una vez clasificados por tí, el resto de usuarios puede acceder a dichos elementos si exploran los contenidos de las categorías correspondientes—siempre que los contenidos no sean catalogados como privados por ti, claro está; nadie quiere que el resto de los internautas puedan leer su correo.
Así, en el caso de Flickr, por ejemplo, uno puede disfrutar del trabajo de fotógrafos tanto profesionales como amateur de todo el mundo, con técnicas mejores o peores, y enriquecerse sobremanera con la experiencia. El ejemplo que acompaña estas líneas es genial en ese sentido: En una búsqueda de imágenes a usar para la parte práctica de mi investigación, di con una categoría con el seco nombre de "ice". Al explorarla, no sólo encontré numerosos ejemplos que pueden ser usados como pretendía, sino que además descubrí pequeños tesoros como el mostrado.
Saber usar el servicio de Flickr no debería ser muy complicado, y descubrirás bastantes aplicaciones asociadas a la modificación y comentario de imágenes que lo convierten en una herramienta indispensable para cualquiera que tenga en mente llevar un blog o una página web personal. Otra propiedad interesante está asociada al hecho de que funciona de modo parecido a un blog, de manera que la comunicación con otros fotógrafos es constante.
