Problemas de geometría (1)
Unos minutos más tarde…
Cuelgo y llamo a Alcalá. Todos bien. Seguidamente, llamo a la madre de Olga
El resto de la conversación sirve para conocer que todos los demás estaban bien, con lo cual la familia parece no estar afectada; tan sólo la incertidumbre de conocer qué ocurrirá con el bebé de mi prima. Es momento de intentar contactar con los amigos, pero por supuesto, ese día nadie estaba en su trabajo. Nadie en los IM, nadie en los forums, nadie en sus blogs, nadie respondía a sus correos. Esa misma noche (media-tarde para mí) llamé a Olga
Procede a comentar los hechos desde su punto de vista. Se le nota calmada, segura, en total control de la situación. Cuenta detalles del hospital, del alivio sentido al saber que el bebé que lleva dentro está perfectamente, y como regresó a casa y se puso a limpiotear y esos quehaceres. Al día siguiente, sin embargo, todo cambió drasticamente
Emilia es una amiga de la familia; con ella, su marido y sus hijos, hemos compartido fines de semana, vacaciones, y también malos tragos juntos. El atentado le dejó la cara desfigurada, y complicaciones en pecho y brazos, según creo. Sin olvidar el daño psicologico. Aún después de salir del hospital, no quería ver a nadie, ni hablar con nadie por teléfono. Guardó cama durante semanas hasta que por fin ganó un poco de salud y recuperó su alegría y cordura.
En cuanto a mi prima, era de esperar: nadie sale inmune de una situación como esta. Llamé de inmediato a Olga, pero ésta no podía enlazar dos palabras seguidas. En la incoherencia de su conversación, si que atisbé la causa de su cambio de talante. Durante la noche le acosó el recuerdo del estallido, la caminata por los raíles con el miedo de una segunda carga, el estrés del hospital, donde los enfermeros y doctores no daban abasto, la incertidumbre de saber si había perdido al niño que llevaba dentro… y luego los pensamientos de "qué hubiera pasado si": un marido viudo, una niña huérfana, hermanos y padres doloridos…
Creo que sobran las palabras. Desde la página de turbulence.org, un applet (¿cómo se ha traducido esto al castellano?) que te permite no sólo echar una partida contra un no muy mal adversario, sino también observar cómo piensa por medio de un inteligente esquema pictórico. Dicho sistema emula la línea de razonamiento seguida por el algoritmo como si éste siguiese con la mirada en su mente los movimientos que calcula.