EsePrimo

2005-04-28

Código ético-profesional

En todo oficio hay una serie de normas sociales no escritas a observar con respecto al resto de los compañeros de trabajo, ya sean colaboradores o competidores. Entre los científicos también tenemos nuestro propio código de comportamiento, y aunque estoy seguro todos actuamos de muy buena fe cuando nos juntamos o nos escribimos, es frecuente encontrar una parte que se ofende o aprovecha de la segunda parte. Estoy seguro que habéis oído más de una historia al respecto: alguien que se queja de que otro le ha robado una idea; alguien al que verdaderamente le han levantado un resultado por contar más de la cuenta en una reunión informal; otro que pretende que cualquier cosa relacionada con cierto problema ya ha sido resuelta indirectamente por el/ella misma, y por tanto merece crédito por ello; los que intentan meter su nombre en cada conjetura, para llevarse las mieles de la fama en caso que éstas sean resueltas…

Considero que en esta faceta de mi trabajo soy bastante débil, y los últimos comentarios de compañeros al respecto no han hecho más que reforzarme en mi sentimiento de desasosiego: estoy empezando a crear un poco de miedo patológico a las situaciones que dan pié a conversaciones científicas con otros colegas.

Échale un vistazo a las siguientes situaciones; seguramente ya has pasado por ellas, o al menos has pensado en la posibilidad de encontrarte ante tales tesituras. ¿Qué piensas al respecto?

¿Sólo o con amigos?

Jose Luis, que acaba de empezar en esto de las matemáticas, tuvo una idea genial: a raíz de la lectura de un artículo del eminente científico Jose Mari, encontró una manera de resolver un problema relacionado y de importante impacto. En una ocasión, ambos se encontraron en una conferencia, y charlaron sobre el asunto. Jose Luis se enriqueció enormemente de los puntos de vista de Jose Mari, y de hecho, uno de los comentarios de este último derivó en una compleja línea de resultados que terminó en la solución del problema. Llega la hora de escribir el artículo… Jose Luis escribe lo que tiene, pero no lo firma todavía; la duda le asalta: ¿debería incluir a Jose Mari como autor?

¡No te enfades!

Ahora es Pascual, quien tras leer un artículo del eminente científico Manuel se da cuenta que, aunque la idea y construcción básica es impecable—e incluso genial en su estructura—, hay una serie de errores de cálculo que llevan a varios resultados menores falaces, pero que con un poco de trabajo y cuentas pueden ser modificados oportunamente para que tan bella teoría sea aplicable sin ningún tipo de traba estructural. El trabajo de reparación da de sobra para un artículo, en el que lógicamente se está derribando la base del manuscrito anterior. ¿Cómo debería Pascual manejar la situación? ¿Influye en algo el hecho de que Manuel es un enemígo acérrimo de Juan José, el director de tésis de Pascual?