EsePrimo

2005-08-07

¿Extraño o simplemente diferente?

Últimamente vengo leyendo el excelente blog “Daquella Manera”, y he de confesar que además de profesar un gran interés y admiración tanto por lo que cuentan sus autores, como la manera en la que se expresan, estoy creando una sana envidia por la cantidad de curiosidades que presentan y la asiduidad de éstas. Decididamente es el tipo de bitácora que yo siempre había querido desarrollar, pero que mi trabajo y demás compromisos no me ha permitido hasta el momento: investigación seria, buen criterio en la elección de temas, mejor presentación y sutileza en el empleo de la palabra, y una pizca de sensacionalismo; la justa.

Entre sus artículos más reseñables, he encontrado uno que muchos lectores diagonales tacharían de “estereotipificador” (especialmente por su título): “Estados Unidos: Choque de culturas... Ah, ¿pero tienen cultura?”. Independientemente del motivo detrás de su publicación, uno encuentra tantos matices y tanta riqueza de ideas, que entrar a comentar uno sólo de ellos merecería páginas enteras en forums. Me quedo, por ejemplo, en la manera que medios de comunicación y periodistas extranjeros hacen uso de los estereotipos sobre un segundo país para elegir y hacerse eco de ciertas noticias por encima de otras. En este caso, (Daniel Lobo) Alex nos cuenta sobre lo absurdo de la actuación policial y judicial en un par de casos desarrollados entre críos, o en una escuela infantil. Leyendo la noticia original y contrastándola con las publicaciones en otros países ofrece una interesante segunda lectura: detalles que intencionadamente han sido ocultados para reforzar una mala imagen social.

Intrigado por este fenómeno, pego un repaso a los periódicos nacionales (en este caso estadounidenses) buscando noticias sobre mi país (España). En un primer intento no encuentro mucho—es bien sabido que este país mira demasiado hacia sí mismo, y poco fuera de sus fronteras—, pero un repaso más concienzudo en hemerotecas varias da sus frutos: varios artículos bien sobre costumbres culinarias, viajes y aventuras en nuestra geografía, el estado de la educación, y un apunte curioso sobre (¡sorpresa!) la actuación policial y judicial en casos específicos. ¿Interesados en cómo nos ven? Seguid leyendo:
  • Nochevieja a la española: Un precioso artículo en el New York Times, acompañado con fotografías que le hacen a uno salivar, sobre cómo preparar un menú para celebrar la noche de despedida de año “a la española”. Tapas, tapas, tapas, mucho alcohol, y de postre más tapas. Bien lejos de la realidad, por supuesto; yo no cambio el cordero a la sidra o la interminable mariscada a la que mi familia me tiene acostumbrado por ninguna ración de oreja, y por supuesto nada de gazpacho esa noche…
  • De senderismo por la piel de toro: Dos artículos sobre aventuras en nuestro país. En un primero, una pareja de americanos cuenta cómo atravesar un paisaje de cañadas y montañas en la vieja Castilla (apenas diez/doce kilómetros con el escollo único de un puerto de montaña), y cómo los viejos del lugar haciendo gala de una profunda superstición intentan convencer a estos intrépidos viajeros de no intentar tan arriesgada hazaña, so pena de perderse para siempre en tan “inhóspitos” parajes.
    En un segundo artículo, más moderado y serio, un grupo de jóvenes ejecutivos viaja a Málaga y contrata los servicios de una empresa de aventuras que provee de caballos y guías para atravesar en cinco agotadores días la serranía andaluza. Un cuento de barro, lluvias, calor y penurias, pero bien regado con vino y excelente comida al final del día.
  • Por supuesto, cada ataque terrorista en la península ibérica es meticulosamente detallado. La sensación general (y el consiguiente comentario del americano medio) es que España no es un sitio muy seguro para vivir, y que las fuerzas del orden no están a la altura de las circunstancias.
  • España, en el tema de la educación, ocupa el puesto 26, a la altura de Trinidad y Tobago, o Hungría, por debajo del resto de los países europeos. Y es que a todos los países les encanta sacarle los colores a los “perdedores”.
  • Y por último, un periódico local se hace eco de un artículo de El Mundo, en el que se cuenta cómo un desequilibrado allana el piso de unos estudiantes, y una vez dentro se pega una ducha, se afeita y se echa un porrito. Los inquilinos, al darse cuenta de la situación, llaman a la policía, que toma las precauciones debidas y apresa al pobre loco. Los estudiantes se toman el caso a cachondeo, y terminan no prestando cargos ni aceptando la indemnización correspondiente. Sólo en España.
Ahora bien, con sólo estos pocos detalles sobre nuestra sociedad, ¿qué pensarías tú sobre los españoles?

Technorati Tags: , , , ,