Más finde en el campo
La comida no es gran cosa—al menos según estándares españoles—y dar con un plato medio decente es un poco complicado. Se supone que su especialidad es el pollo, pero cualquiera de las entradas de este tipo te deja un poco frío. Vvgrant, que ya se conocía el percal, convenció a la camarera de que le cocinaran un salmón a la brasa exactamente como a ella le gusta. Eso fue un acierto más; por desgracia yo la cagué con un "Manhattan Beef" pelín seco. Para compensar, el café es bastante bueno (¡y no te cobran por el!), y te sirven panecillos recién hechos con mermelada casera. Tras la cena, bajamos al mirador a descansar, charlar un rato mientras observábamos a los cardenales en los abrevaderos, y hacer planes para el día siguiente.
[continuará]
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