Mándame jamón
También está la táctica de los nísperos: te piden que abras la maleta donde tienes la comida, y lo primero que se encuentran es una bolsa de nísperos. "What is… this??"—preguntará el incauto oficial (y con esta cuestión caen en la trampa). A ver cómo explicas tú lo que es un níspero a un americano: "Nispereishon! good! ñam, ñam!". "But… is this a… fruit?"—preguntarán invariablemente, poniendo cara de incredulidad. "Well, of course it is a fruit! Here, try some!" El siguiente artículo que se encuentran son las botellas; que no falte un pacharán: "Is this schnapps?"—preguntará el incrédulo agente. "No it is NOT! Pacharán: pah-chah-run. Good, drinky-drinky!" El compañero del inspector sigue buscando en internet "nispereishon", y ahora tiene que abrir una nueva ventana para googlear un nuevo palabro. El tercer artículo que enseñas suele variar: o bien el bocata de jamón con tomate que no te has terminado en el avión, o bien una pila de latas en las que se muestran apetitosas navajas, berberechos, ventresca, cecina, sardinillas, caballa… El colega del ordenador mira con espanto la lista de nombres que va a tener que buscar en su lento PC, y el inspector observa con creciente nerviosismo por el rabillo del ojo la cola que se está formando detrás de nosotros. "Er… ehem… well, any meat? Lamb? Pork?" El bocata y la fruta se suele quedar atrás, y tu recoges con celeridad y le agradeces a la pareja de oficiales su amabilidad. Unos metros más adelante, no puedes sino sonreir y suspirar aliviado porque los pobres no han tenido oportunidad de comprobar qué teníamos en los bultos, escondido tras las latas. En efecto: lomo, jamón…
En la foto que encabeza esta entrada, el fruto de nuestro último pillaje por tierras hispanas.
12 Commentarios:
Si alguna vez tengo que ir a un pais en que no me dejen pasar jamón, tendré muy en cuenta tu consejo. Por ahora siempre he viajado dentro de la UE y nunca he tenido problema.
Pero una vez me contaron de una chica que fue a Canadá a pasar un mes, estos viajes que se hacen durante el instituto para "aprender" inglés y en que se paga un pastón a una familia para mal-comer. Pues la chica se llevó un bocadillo de jamón (no sé si york o serrano) para comerse durante el viaje y a pesar de que les habían dicho hasta la saciedad que si les preguntaban si llevaban algo de comida la respuesta siempre tenía que ser NO, pues la chica dijo que sí y enseñó su bocadillo. La que se armó fue de órdago...
Totalmente de acuerdo contigo, Mitch. Si lo que buscas en un país extranjero es exactamente el mismo tipo de comida que en tu casa, te vas a quedar decepcionado. No es imposible, está claro, pero el precio que pagas por comprar los mismos productos o de similar calidad no merece la pena. En cambio, uno ha de intentar encontrar las delicadezas propias del sitio en el que te encuentras. La gastronomía americana—en efecto, existe—es bastante buena, y si sabes dónde buscarla no tienes la necesidad ni siquiera de recurrir a restaurantes extranjeros. La cocina cajun, los shepherds pies y meatloafs del "midwest", el marisco de la costa Este, los clam chowders de Maine, los chuletones texanos (los de verdad, son clavados a los que me comía en las sagardotegias de los pueblitos de Guipúzcoa con mis colegas). Diossss, que me tengo que ir a comer ahora el "pienso" del autoservicio de la esquina… ¡que mal!
Jeje, cuenta Sara, cuenta, no me dejes así…
Si yo te contase....
Conozco a una que como lea esto es capaz de mandar todo "Monte Porrino" en sobres acolchados...
Yo pasé la aduana un poco cagada, esos individuos me miraban muy mal y e hacian muchas preguntas sobre los berberechos... ¿Cómo se dice en inglés??
1beso hermano!!
Jeje, pues ahora que ya tienes experiencia, a ver si convences al Litri y os venís unos días de visita—y me traéis de paso más contrabandorrl, neng.
De acuerdo con Mich y contigo, Eseprimo, yo comí unas lentejas en un restaurante sureño que aun las tengo grabadas. Y sin comentarios los super que teneis por ahí, pagas un poco más de la cuenta, pero hay de todo, sencillamente tienes que olvidar la comida minimamente precocinada y pasar un poco de tiempo en la cocina. Encontrar encuantras de todo, menos jamón.
Por cierto, soy de un país donde la mitad de la gente vive (o vivia) del contabando, yo creo que puedes tener futuro...
Hmmm, aunque tengo que reconocer que, en seis años largos por estas tierras, el mejor restaurante en el que he comido fue un Thai "de moda" en Washington D.C. Se llamaba ThaiPhoon. Si caéis por esta ciudad alguna vez, cenáis allí, y no os termina gustándo, me dejáis un correo y os pago la cuenta.
Lo del contrabando me lo reservo como segunda opción… por si acaso no termina funcionando el negocio este de los wavelets y derivados.
Mira....esto os pasa por iros tan lejor... Con lo bien que se está aquí...
Eso mismo dice mi madre… cada fin de semana sin faltar. ¿No habréis estado las dos hablando últimamente?
mmmm, ¡qué hambre!...paté de jabuoooo mmmmmm
Ya tardaba en referenciar esto: Lecturas dominicales: Para el coyote no hay aduana. Un saludo
Gracias por el enlace, Daniel. He estado echándole un vistazo a tu blog, y me encanta. Deduzco que estás vinculado de alguna manera a Washington D.C. ¿Has probado ya el ThaiPhoon?
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